sábado, 9 de enero de 2016

VIDA DE JUAN BUENO

JUAN BUENO

John Bueno creció en Chile como hijo de misioneros. Fue alumno de Bethany Bible College en California, y al graduarse, se le ofreció una buena oportunidad de trabajo en una iglesia. Pero un pastor, que también era su mentor, pidió a Bueno que lo ayudara en su pequeña iglesia. Él accedió. Por no contar con un sueldo, Bueno se presentó para trabajar en construcción.

El 1960, Bueno hizo planes para regresar a Chile como ministro. Una vez en el país, se reunió con Cristóbal, un pastor nacional y amigo de la infancia. Ambos armaron una carpa para un alcance evangelístico, pero durante dos semanas no tuvieron muy buena asistencia. Pero, un muchacho de doce años confinado en una silla de ruedas fue sanado milagrosamente. La asistencia a las reuniones aumentó y éstas duraron más de cinco semanas. Una semana después de su regreso de Chile, John contrajo matrimonio con Lois.

Melvin Hodges, director regional para América Latina, supo del ministerio de Bueno en Chile. Le pidió si podía ir a El Salvador para ayudar en una tarea que requería de urgente atención. Se les aseguró que el compromiso no se extendería más de dos años. Con esta promesa y con mucha oración, los Bueno viajaron a El Salvador sin saber que la misión duraría más de veintiocho años.

Los Buenos llegaron como misioneros a El Salvador el 11 de noviembre de 1961, sólo nueve meses después de haber contraído matrimonio. La labor que debían cunplir era llenar de creyente el Centro Evangelístico, un edificio con capacidad para dos mil personas en San Salvador , la capital del país. Ellos tenían mucha fe de que Dios haría crecer la iglesia en menos de dos años. Pero después de nueve largos años, sólo contaban con una asistencia de 300 personas. Desanimado, John pensó que él y Lois debían volver al trabajo evengelístico.

Pero durante su lectura bíblica diaria, sintió que debía predicar acerca del señorío de Cristo. Después del primer domingo, no hubo gran respuesta. Bueno predicó el mensaje durante 13 domingos antes de que éste surtiera algún efecto. En seis meses la iglesia creció hasta alcanzar una asistencia de 2000 personas, y en los siguientes once años contó con diez mil personas, y plantó ciento veinte iglesias.

Al ver a los niños de El Salvador, él pensó que la manera de que escaparan del desamparo era a través de la educación y el conocimiento del amor de Jesucristo. En 1963, él dio un paso de fe y comenzó una escuela en conexión con la iglesia local, Centro Evangelístico.

Ochenta y un niños se reunieron en salas de clases improvisadas, se sentaron en bancas de madera. Con el tiempo se desarrollo un completo sistema de escuelas que hoy se conoce como Liceo Cristiano.

Hoy, la primera escuela que se organizó, cuenta con cinco mil alumnos; tiene una clínica médica, laboratorio, clínica dental, y farmacia. EL liderazgo salvadoreño opera todas las escuelas con sus 37 sedes, 900 personas que trabajan como docentes y paradocentes, y 22 mil alumnos. Más de un millón de niños han estudiado en el programa del Liceo Crstiano en El Salvador.

En 1990, John Bueno asumió el cargo de director regional de América Latina y el Caribe, responsabilidad que lo forzó a mudarse a Springfield, Missouri.

En 1997, John recibió el informe médico de que había desarrollado un cáncer. Él sintió que debía presentar su renuncia al liderazgo. Sin embargo, se le pidió que continuara en el desarrollo de su responsabilidad, y en el COncilio General de ese año fue elegido director ejecutivo de Misiones Mundiales.

Durante su liderazgo, John sintió la dirección a crear regiones separadas para Europa y el Norte de Asia. Además permitió que hubiera mayor flexibilidad para las personas que buscaban nombramiento misionero. Desde esa fecha, el número de misioneros asociados ha aumentado en un setenta por ciento.


En 2004, los Bueno recibieron un reconocimiento como "Honorables Amigos de El Salvador" de parte del gobierno de El Salvador por su trabajo en la educación de los niños del país. Este reconocimiento es el más alto honor que el Congreso de El Salvdor confiere a un civil. Los Buenos son los primeros extranjeros, los primeros no-católicos, y Lois, la primera mujer, que reciben esta condecoración.

En el banquete en que se honró a los Bueno durante este Concilio General, sus cuatro hijos y familias estuvieron presentes. Mike McClaflin, director regional de África, expresó palabras de agradecimiento. El anfitrión del banquete fue David Lee, director de relaciones E.U.A.

John Bueno, movido por la emoción, habló a la multitud antes del término del banquete. Expresó su gratitud y campartió acerca de su familia y las personas que han ejercido influencia en su vida. Hubo presente invitados especiales y representantes de El Salvador para compartir en la ocasión.


JUAN BUENO ESTAMPÒ LA FIRMA PARA QUE YO  PUDIERA IRA AL INSTITUTO BÍBLICO - 1972. ME DIÒ CLASES EN LA ESCUELA BÍBLICA SOBRE UN LIBRO QUE EL HA ESCRITO: LAS LLAVES DEL REINO.